La Zíngara nace de un sueño. Del sueño de reunir en una moto todas las características ideales que una moto ha de reunir para ser la compañera perfecta en un viaje sin fin, por cualquier lugar, y en cualquier circunstancia.
Aunque no tengo conocimientos mecánicos, sí tuve claro al diseñar la moto cuales son las características técnicas esenciales que debía reunir para conseguir el objetivo principal: ser una moto que me garantizara llegar a cualquier parte, por cualquier terreno, llevando todo lo necesario encima, y viajando solo, con la mayor confianza, seguridad y comodidad posible. Los principales puntos que debía resolver eran:
El peso es para mí la característica fundamental de todas las que hay que manejar cuando buscas viajar solo más allá de lo que limita el asfalto. Una moto pesada, más de que ya es de por sí al llevar toda una casa a cuestas, supone un obstáculo prácticamente insalvable al sueño de afrontar ese reto con solvencia. Por eso, la elección de una moto con el motor justo, que es lo que determina su peso, es fundamental. Un motor monocilíndrico de 650 c.c. fue el elegido. Peso contenido y potencia suficiente para afrontar el reto de circular por carreteras cargado con capacidad suficiente para hacer adelantamientos y rodar a una velocidad media por encima de los 100 kms./hora. Por debajo de esta velocidad eres asediado por camiones, que quieren mantener su velocidad, no te pueden adelantar, y no entienden que no vayas más rápido.
Es un debate recurrente… ¿qué motos son más fiables, las modernas o las antiguas?
Para mi, la cuestión queda rápidamente resuelta cuando lo que te planteas es viajar lejos de casa por largo tiempo, en países y en áreas donde la cobertura asistencial oficial de los fabricantes de motocicletas queda muy lejana, y una eventual avería electrónica te condena a llevar la moto hasta el concesionario más cercano, en una gran ciudad, y a preparar el bolsillo para una reparación que, en función de qué se trate, puede ser muy costosa. Porque aquí no hay escapatoria posible cuando hablamos de electrónica. Y rara es la avería, aunque sea mecánica, que en las motos modernas no tiene implícita una componente electrónica. Estás obligado a comprar piezas originales, que sólo puedes comprar a precios oficiales a través de concesionarios igual de oficiales. Si, la electrónica es el gran negocio de los fabricantes de vehículos en el S.XXI: reducción de costes, aumento de márgenes y dependencia de las concesionarios oficiales para los mantenimientos.
Una moto clásica, con una mecánica sencilla, accesible para cualquier mecánico de los que puedes encontrar en el camino. Conocer los puntos débiles de la moto, aquellas averías más comunes, y llevar encima los recambios esenciales. Otros, se pueden conseguir a través del mercado de segunda mano, o proveedores de piezas (oficiales o no). La elegida fue la Honda Dominator 650 c.c. en su versión de primera generación, que además de arranque eléctrico, tiene arranque a patada. Una moto que, a lo largo de estos años, me ha demostrado ser una auténtica roca. Y como veréis en el apartado de equipación, totalmente preparada para afrontar con todas las garantías un viaje interminable alrededor del mundo.
Al margen de la equipación que detallaré en el próximo apartado, en el taller mi amigo Javi Roales abrió el motor para dejar el motor como si estuviera nuevo, cambiando rodamientos, segmentos, retenes de válvulas, etcétera. Además, modificamos el chasis para recortarlo y reforzarlo en la parte trasera (el subchasis), creando una parrilla en el lugar donde iría el pasajero para colocar en su lugar el petate. También se realizaron modificaciones en el chasis para alojar el depósito de gasolina.
Las cualidades que reúne una buena moto de carretera van por camino distinto de las que se persiguen en una moto que queremos se desempeñe con eficacia fuera de carretera. La moto debía por tanto encuadrarse dentro del segmento conocido como de motos Trail. Esto no quiere decir que no haya casos extremos, en los que viajeros «con un par» usen pesadas motos de carretera para rodar por cualquier terreno (el ejemplo de Emilio Scotto con su Honda Goldwing es sin duda el más representativo), y también otros para los que la carretera es un mero trámite indeseado porque lo que buscan es salirse de cualquier camino, y usan motos de Enduro (motos muy ligeras y potentes pero con escasas aptitudes de carretera y de carga) a las que acoplan una bolsa con cuerdas en la parte trasera con lo mínimo esencial, reduciendo el peso al mínimo posible.
Diré que las partes esenciales que hacen posible que una moto pueda desenvolverse con solvencia tanto dentro como fuera de la carretera, llevando todo lo necesario encima para afrontar una travesía lejos de la civilización afectan a la suspensión y la capacidad del chasis de alojar las bolsas de equipaje y soportar su peso.
Las suspensiones de una moto de carretera deben tener capacidad de absorber las irregularidades con la máxima comodidad para los pasajeros. Son por tanto blandas.
…(CONTINUARÁ)
